Así es ella: su concepción del trabajo escénico parte de la acción física como primer estímulo para construir una interpretación llena de matices.  Aunque  trabaja básicamente a partir del teatro textual utiliza el texto como material maleable , reconstruyéndolo para crear una nueva matriz específicamente teatral. La palabra , el pensamiento  se

transforman en cuerpo. También utiliza los elementos

escénicos como creadores de espacios y con elementos

plenamente integrados dentro de la dramaturgia casi como un

personaje más  de su apuesta conceptual de la puesta en

escena.

Crea atmósferas utilizando la música y la iluminación no como

un elemento decorativo sino como generadores de espacios

ficcionales, metonímicos y meta teatrales que ayuden al actor

en su interpretación y creen un soporte vivencial y conceptual.

Para ella los ensayos no dejan de ser laboratorios de creación

donde los pequeños estímulos pueden hacer avanzar la

propuesta teatral. No  desatiende su compromiso con el

público siempre en búsqueda de la complicidad partiendo de

la creencia en su capacidad analítica y crítica.  Con los actores

hace suya la máxima Grotowskiana: “ dadme un margen de

confianza” y la Picasiana : “ Yo no busco, encuentro”.

 

Afirma que  en escena nada es gratuito. Si la

tuviéramos que definir dentro unos parámetros estéticos

diríamos que es una minimalista barroca.